Diagnóstico
Rotura y enfermedad del ligamento cruzado craneal
La rotura del ligamento cruzado craneal (LCC) es la causa más común de cojera de las extremidades traseras en los perros. El CCL es el equivalente del ligamento colateral anterior (LCA) en humanos.
Es uno de los dos ligamentos que se cruzan dentro de la articulación de la rodilla. La rodilla es el término veterinario para la rodilla canina. Estos ligamentos evitan que el fémur y la tibia se deslicen hacia adelante y hacia atrás.
El estrés biomecánico, junto con factores inflamatorios o genéticos, provoca el desgaste del ligamento, lo que resulta en un desgarro parcial o completo.
Causa de las roturas cruzadas craneales
La causa de las roturas cruzadas suele ser multifactorial y degenerativa. El nombre de esta afección es Enfermedad cruzada craneal canina (CCLD). Los factores que agravan la enfermedad y la biomecánica son la obesidad, la mala alimentación, la inflamación de las articulaciones, las deformidades de las extremidades, el ejercicio insuficiente o errático y la genética.
Si sospecha que su acompañante ha sufrido una lesión CCL, familiarícese con los signos y síntomas comunes y comuníquese con su veterinario para programar un examen físico.
Signos de una ruptura cruzada craneal:
- Cojera repentina en una extremidad trasera a un grado en el que no se puede soportar el peso.
- Antecedentes de cojera leve en las extremidades que aparece y desaparece antes de un empeoramiento repentino de los síntomas.
Signos de cojera:
- Dolor
- Disminución del rango de movimiento.
- Atrofia muscular (pérdida de masa muscular)
- Postura anormal al pararse, levantarse, acostarse o sentarse
- Marcha anormal al caminar, trotar, subir escaleras o girar
- Signos del sistema nervioso: confusión, temblores, etc.
- Hinchazón e inflamación
- Movimiento de la junta de rejilla o esmerilado
Si bien las rupturas de CCL son la causa más común de cojera de las extremidades traseras, se debe evaluar la extremidad completa y la mascota para descartar enfermedad de la cadera, artritis de tobillo, factores neurológicos, comorbilidades comunes y lesiones secundarias debido a una ruptura de CCL.
Una lesión secundaria frecuente de un desgarro CCL es la luxación y la inestabilidad de la rótula.
Lo mejor que puede hacer el dueño de una mascota si sospecha que su perro está experimentando alguna forma de cojera en las extremidades traseras es contactar a un especialista veterinario y programar un examen físico, ya que los síntomas pueden empeorar sin tratamiento.
Consecuencias de una ruptura y enfermedad de CCL:
- El deterioro del ligamento libera una combinación de factores inflamatorios del ligamento
- El aumento de la inestabilidad y la inflamación de la articulación debido al ligamento debilitado hace que la artritis se desarrolle rápidamente dentro de la articulación.
- La inestabilidad crónica aumenta el riesgo de daño al menisco, una estructura crucial para la salud de las articulaciones.
Los estudios de soporte de peso que utilizan el análisis de la placa de fuerza han demostrado que los perros con un CCL dañado soportan solo de 20 a 30% del peso que normalmente colocarían en la pierna afectada.
Como resultado, las mascotas compensarán y comenzarán a cambiar su peso hacia su extremidad sana. Poner más presión y tensión en la extremidad opuesta aumenta la posibilidad de dañar el otro ligamento cruzado y sofocar. Es común que un animal rompa el CCL en ambos sofocaciones.
Cada vez que la mascota soporta peso sobre la pierna afectada, el fémur se desliza por la meseta tibial sin que nada detenga su movimiento. Esta acción de deslizamiento daña un sello de cartílago en la articulación llamado menisco. Una vez que el menisco se desgarra, el cambio artrítico se acelera y el dolor empeora.
Opciones de tratamiento
Debido a la frecuencia de las lesiones del cruzado craneal y la necesidad de una solución, la profesión veterinaria ha concentrado una enorme energía en este problema. Dando como resultado una variedad de opciones de tratamiento que van desde opciones de tratamiento muy conservadoras hasta procedimientos quirúrgicos invasivos.
El manejo del dolor
La opción de tratamiento más conservadora es el manejo del dolor y la prescripción de analgésicos. Aunque los medicamentos para el manejo del dolor pueden ayudar al perro a sentirse mejor y a lidiar con un dolor de rodilla, NO alteran la progresión de la enfermedad.
Tratamientos quirúrgicos
Los tratamientos quirúrgicos para la enfermedad cruzada generalmente se dividen en dos categorías: estabilización de la sutura lateral y osteotomías que modifican la geometría.
Los procedimientos de estabilización de sutura lateral utilizan materiales trenzados duraderos para mantener la tibia en su lugar en relación con el fémur. El material de sutura une el fémur a la tibia fijando los extremos con anclajes óseos o túneles con botones. Estas técnicas proporcionan una restricción a corto plazo que facilita el desarrollo de fibrosis articular, lo que aumenta la estabilidad. Las razas pequeñas y de juguete se consideran las mejores candidatas para estas técnicas.
Los perros de razas medianas, grandes y activas a veces no son los mejores candidatos para esta técnica, ya que es más probable que abrumen la sutura y requieran un tratamiento adicional.
Las osteotomías de modificación de geometría buscan neutralizar la fuerza articular en el CCL desgarrado cortando y rotando la parte superior de la tibia o cortando un segmento de la tibia y haciéndolo avanzar.
Opción de tratamiento #1: TPLO Cirugía
La cirugía de osteotomía de nivelación de meseta tibial (TPLO) es el primer procedimiento ortopédico de modificación de geometría ampliamente aceptado presentado por el Dr. Barclay Slocum. La cirugía TPLO implica un corte curvo que biseca el extremo proximal (parte superior) de la tibia y separa la meseta tibial del resto del hueso. A continuación, se gira la meseta tibial a una posición que resista el deslizamiento del fémur sobre la tibia. El último paso es que los segmentos óseos se fijen mediante una placa y tornillos de bloqueo.
KYON ALPS® TPLO El implante ofrece ventajas a los animales durante y después de la operación. La forma contorneada y el mecanismo de bloqueo consistente hacen que la aplicación quirúrgica sea conveniente y rutinaria. Los materiales y el diseño de titanio biocompatible protegen contra las infecciones, que sigue siendo la complicación más común asociada con las placas de bloqueo de acero inoxidable convencionales.
Opción de tratamiento #2: Cirugía TTA
La cirugía de avance de la tuberosidad tibial (TTA) puede lograr el mismo objetivo que la cirugía TPLO, con menos alteraciones de la mecánica de contacto de la articulación cuando se trata la causa más común de cojera en perros. Fundador de KYON, Slobodan Tepic. Luego, un profesor de cirugía en la Universidad de Zürich, Pierre Montavon, desarrolló el implante y el procedimiento TTA como un método menos agresivo para contrarrestar la fuerza articular. Un corte recto separa un segmento de hueso que contiene la unión del ligamento rotuliano. A continuación, se avanza este segmento, utilizando el tendón rotuliano para que actúe como un CCL sustituto. A continuación, el avance se asegura mediante una nueva placa de banda de tensión, una horquilla y un implante de jaula.
KYON TTA Se ha demostrado clínicamente que el implante y la cirugía tienen éxito. El procedimiento ha sido utilizado en más de 150.000 casos por más de 1.000 cirujanos en todo el mundo. La amplia gama de tamaños, formas y titanio biocompatible de jaulas disponibles reduce las complicaciones posquirúrgicas y acelera la recuperación.
Opción de tratamiento #3: Cirugía TTA-2
La cirugía Tibial Tuberosity Advancement-2 (TTA-2) fue desarrollada por KYON para mejorar la TTA original. El sistema TTA-2 es una técnica quirúrgica aún menos invasiva y simplificada que repara el ligamento.
La KYON TTA-2 El sistema se diferencia del TTA original porque 1) requiere menos agujeros en la tibia y, 2) requiere grapado, eliminando la necesidad de tornillos. Lo más importante es que se ha demostrado clínicamente que el implante y el procedimiento TTA-2 son exitosos. Con más de cuatro años de estudio clínico donde se realizaron 700 casos, y más de 6.000 procedimientos realizados desde su lanzamiento.
Tratamiento (s) secundario (s)
Los tratamientos secundarios son tratamientos para corregir lesiones secundarias. Como se mencionó anteriormente, una ruptura de CCL a menudo resulta en luxación e inestabilidad de la rótula, donde puede ser necesario un tratamiento adicional.
Reemplazo del surco rotuliano (PGR)
Las cirugías TTA y TPLO pueden corregir la alineación de la rótula por sí sola en algunos pacientes. Sin embargo, cuando la afección es más grave, se puede combinar un reemplazo articular parcial como el reemplazo del surco rotuliano (PGR) con la cirugía TTA o TPLO.
La Reemplazo del surco rotuliano El implante es una solución única para tratar la condición de una luxación rotuliana donde la rótula se disloca de su ubicación en el surco rotuliano. Es el primer y único dispositivo del mercado que restaura un surco rotuliano funcional y proporciona estabilidad inmediata a la rótula.
Recomendaciones
Seguir estas tres sugerencias ayudará a garantizar que su perro tenga una vida feliz y saludable:
#1: Conozca los signos y síntomas de la rotura y la enfermedad de CCL
#2: Si muestra síntomas, haga que su perro sea examinado para detectar una ruptura de CCL y una enfermedad.
#3: NO ESPERE, busque tratamiento si su perro tiene una ruptura / desgarro de CCL.
Es tentador esperar el mayor tiempo posible antes de comprometerse con una opción de tratamiento. Sin embargo, a medida que avanza la lesión o enfermedad, los cambios drásticos en la articulación disminuyen la función y la calidad de vida de un perro. Tratar la articulación enferma más temprano que tarde extenderá la vida activa de su perro, ahorrándole años de cojera leve y moderada.